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Bicicodélico

Publicado el 19/04/2021

SOBRE EL DÍA MUNDIAL DE LA BICI

En abril de 2018, la Organización de las Naciones Unidas (la seria, la que tiene los edificios lindos con muchas banderitas) declaró que el 3 de junio sería oficialmente la celebración del Día Mundial de la Bicicleta, una ocasión para, entre otras cosas, “alentar a promover el uso de la bicicleta como medio para fomentar el desarrollo sostenible, promover la salud, prevenir las enfermedades, fomentar la tolerancia, el entendimiento y el respeto y facilitar la inclusión social y la cultura de paz”.

En esa andaba la ONU en abril de 2018. Lo cual quizás no sea tan sorprendente, porque el mes de abril es justamente el mes del Día Mundial de la Bicicleta. Sí, ya estaba en el calendario. No, no hacía falta uno nuevo. Y ¿sabés qué no tiene el 3 de junio? D R O G A.



SOBRE LAS DROGAS (y un poquito sobre las bicis)

Quienes hoy te escriben no tienen autorización de la Academia Nacional de Farmacia y Bioquímica (ni de sus mamás) para dar cátedra sobre drogas, pero sí tienen UNA anécdota para compartir (no propia, obvio, porque no le haríamos eso a mamá) sobre ácido lisérgico y ruedas. 

La anécdota, entonces, es sobre un viaje en bici. El contexto de nuestra historia es Suiza en 1943 (es decir, en plena II Guerra Mundial), en un momento en que la circulación en autos estaba muy restringida. Dada la restricción, nuestro protagonista, el químico Albert Hofmann había ido a su laboratorio en bicicleta. Ahí estaba, entonces, Albert, sumido en su curiosidad científica, cuando decidió que esa sustancia que había sintetizado unos años atrás, la dietilamida de ácido lisérgico (LSD), que accidentalmente había entrado en contacto con su cuerpo más temprano esa semana, se había sentido… interesante. Y si había sentido interés por una dosis minúscula accidental, ¿cuánto podía sentir con una ingesta adrede de una dosis alta? Así que se mandó, Albert, en nombre de la expansión de las fronteras del conocimiento científico, un MONTÓN de ácido (él no sabía, en ese momento, que era un montón, porque era la primera vez en la historia que un homo sapiens ingería LSD, así que no había nadie para decirle “che, no da”), que lo hizo sentir bastaaante raro; lo suficientemente raro como para decir que ese día la ciencia tenía que cerrar la jornada e irse a su casa. En bici. Así emprendió Albert un viaje (en bici) que resultó ser un ALTO viaje (en bici) y que bajo ninguna circunstancia la Asociación Civil Soluciones Tecnológicas Sustentables Rosario avala realizar (en bici), pero que nos regaló un día de celebración (de la bici). Se volvía Albert en monopatín y no teníamos nada que contarnos.


SOBRE LAS BICIS

Y bueno, después de tanto viaje, volvemos al motivo por el que nos habíamos reunido el día de hoy: festejarla a ella, la incondicional, la eficiente, la simple y elegante en sus movimientos, ✨la bicicleta✨.

No sabemos con certeza desde hace cuánto tiempo se tiene registro de su existencia, pero si algo es seguro es que la generalización de su uso ha facilitado la vida de varias generaciones. 

Sí, en pocas palabras, pedalearla está requete bueno. ¿Por qué? Porque es un medio de transporte económico (y, como tal, más accesible e inclusivo), porque es una manera divertida de hacer ejercicio y fortalecer los músculos-reducir el estrés-proteger las articulaciones (todo lo que quieren las wachas y más) y porque la propulsa la energía humana en lugar de combustibles fósiles en proceso de agotamiento, que hay que extraer de lugares recónditos rompiendo todo, transportar por todo el planeta rompiendo todo, que contaminan y emiten un montón de esos gases que nos están volviendo la casita común un invernadero donde aumentan los eventos climáticos extremos y la gente se está viendo forzada a abandonar su vivienda porque se vuelve inhabitable (todo lo que NO quieren las wachas). 

¿Cómo no va a ser atractiva la bicicleta, vestida para la ocasión en todas sus formas? Esa que quedó oxidada en el fondo del taller del tío pero que aún te recorre la ciudad sin chistar, la BMX canchera, la playera sutil con canasto de mimbre apta para llevar cachorritos, o la que acumula más de 5 dosis de emparchamientos: a todas les decimos que sí.

Por si no te percataste ya, hablar de la bici nos hace piantar un lagrimón; porque representa mucho más que moverse en el espacio. Andar en bici es una elección de convivencia en el espacio público. Es una manera amigable de habitar las calles de la ciudad y sentirnos parte de ella,  integrándola a nuestro día a día desde el minuto 0: desde elegir qué ruta circularemos, lo que llevaremos puesto, hasta con quién lo haremos. 

Pero todo esto no se da a coro armonioso, cantando Bicycle Race junto a Freddy, como quisiéramos. A pesar de todas las maravillas que nos brindan ese manubrio y ese par de ruedas, seguimos teniendo una visión distorsionada que privilegia al auto como modo de transporte rápido y cómodo, cuando en realidad lo que nos regala es la oportunidad de circular por calles atestadas y peligrosas, repletas de colisiones accidentales. 

Ya lo decía la ONU allá arriba: el uso de la bicicleta debe ser incluido como estrategia de las ciudades, y pensado como política pública. Por eso, con el fin de que la bicicleta tome un rol fundamental en el transporte diario dentro de la ciudad y sea respetada como modo de transporte, para eliminar la concepción de que la bici es sólo una actividad recreativa y posicionarla como verdadera alternativa y solución a los problemas de movilidad en la ciudad, desde STS se creó en 2011 Rosario en Bici.

Rosario en Bici no quiere convencer a la gente de que use la bicicleta, simplemente pretende que se la pruebe: la bici después convence sola. Pero como todavía existe un gran segmento de la población que no usa la bicicleta debido a dudas, inseguridad o desconfianza, y como quienes la usamos actualmente, podemos incorporar información para hacer que nuestra experiencia pedaleando sea cada día mejor, te invitamos a que te acerques a charlar sobre movilidad segura y sostenible.



Y si aun quedan dudas de que andar en bicicleta es la vía más rápida y segura a la felicidad, acá la tienen a la Shaki confirmándolo.


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Por otro lado, quien SÍ tiene autorización para conversar sobre drogas es la gente de El Gato y la Caja. En esta nota exploran un poco la historia y los efectos del LSD y otros psicodélicos, el potencial terapéutico de estas sustancias, el “mal viaje del prohibicionismo” y todo lo que se está haciendo mal política y legislativamente en materia de estupefacientes. Vale 7 minutos de tu tiempo.



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